La votación de la militancia de los partidos incrementa la posibilidad de que se reflejen las diversas posiciones y tendencias ideológicas al interior de estos. A diferencia de las elecciones primarias abiertas, donde tanto militancia como ciudadanía eligen las candidaturas, en este caso solo elegirían los afiliados y afiliadas al partido. Al elegir solo la militancia, las tendencias que existen al interior del partido serían más evidentes y existirían más posibilidades de que su voto se oriente a verlas representadas. Esto fortalece al partido y además, nos permitiría ver una pluralidad de opciones al momento de acudir a una votación oficial: candidaturas de diferentes tendencias en la lista final para el proceso electoral.
Los partidos políticos pueden tener mayor facilidad para cumplir con las cuotas electorales y con la paridad. A diferencia de las elecciones primarias abiertas, cuando en las elecciones solo la militancia participa, puede ser más fácil cumplir con las cuotas electorales para jóvenes y población indígena, así como con la paridad. Sin embargo, ello también dependerá de cómo organizan los lugares en las listas. Por ejemplo, influye si se predefinen los lugares en que se encontrarán las mujeres y los hombres (así como su cantidad), y, de igual modo, si se establece el número de candidatos y candidatas jóvenes y representantes de pueblos indígenas u originarios.
La militancia sabe lo que le conviene al partido: si se quiere fortalecer a los partidos, se debe fortalecer a la militancia. Los afiliados y afiliadas son quienes trabajan y promueven la elección de sus candidaturas; asimismo difunden su ideología y plataforma electoral, y contribuyen con su organización. Son, además, quienes mejor conocen el partido político, sus necesidades y a sus dirigentes; sus fortalezas, y oportunidades; sus debilidades y amenazas. Por tanto, permitir su participación exclusiva en la selección de candidaturas es un incentivo importante para que puedan mantenerse afiliados y trabajando en beneficio del partido político.
Al no participar directamente en la selección de candidaturas, la ciudadanía podría mantener su falta de interés en la política y los procesos electorales.
Un número limitado de personas (los afiliados y afiliadas) determinarían todas las listas de candidatos que el partido político presenta a la ciudadanía en un proceso electoral. Eso deriva en que los candidatos y los partidos políticos carezcan de legitimidad directa.
La participación única de las militancias en las elecciones internas generaría que las candidaturas lleguen como resultado de acuerdos internos que no necesariamente responderían a los intereses y las demandas de la ciudadanía. En esa línea, es importante mencionar que, hasta la fecha, la participación de las militancias en las elecciones internas ha sido mínima y no ha sido un elemento suficiente para aumentar la legitimidad de los partidos políticos.